Hay un spam que continua colocando software maliciosos en nuestro ordenador a través de correos electrónicos.
El objetivo de estos es estudiar los archivos del nuestro ordenador, nuestras claves y los rastros de nuestra actividad en Internet.
Los correos espías suelen ser de procedencia desconocida y además, son correos poco elaborados, escritos en idiomas distintos al nuestro e incluso mal escritos. En estos se nos ofrecen productos que nos podrían llegar a interesar en ciertas ocasiones.
Otras ocasiones, los correos proceden de entidades crediticias y bancarias a las que podría estar suscrito el usuario; los mensajes suelen ser apremios que despiertan nuestra ansiedad y alarma.
Los consejos para no caer en estos correos espías son:
- No abrir ningún correo cuyo remitente no conozcamos.
- No fiarse de los correos procedentes de entidades bancarias o crediticias.
- Mantener la calma ante los mensajes apremiantes y de alarma.
- Desconfiar de mensajes en idiomas que desconozcamos o que no usamos para comunicarnos con nuestros contactos.
- No abrir los mensajes en cadena.
- Marcar siempre, y sin abrirlo, como spam los correos que no deseemos recibir.
- No abrir los archivos adjuntos a los correos entrantes que levanten sospechas.
- Evitar dejar nuestra dirección de correo electrónico en los servicios en los que nos demos de alta, siempre que sea posible.
Información obtenida del periódico Consumer.
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